¿Sabían ustedes que tengo dos años de tener la página oficial de El Viernes de Nicole? Mis viernes han crecido mucho, gracias a Dios y al apoyo de mucha gente que los comparte, pero de la persona que más ha dependido este crecimiento es de mi papá.
¿Y sabían ustedes que nunca le he dedicado un Viernes de Nicole?
Mientras meditaba esta semana sobre qué escribir, pensaba en varios temas, pero luego pensé “el martes fue el Día del padre, el jueves el cumpleaños de mi papá y TODOS en la casa han tenido un Viernes de Nicole solo para ellos, ya sea positivo o negativo, algunos hasta más de uno tienen. No puede ser que mi principal distribuidor no tenga”. Y la verdad, dedicarle un viernes a mi papá resulta todo menos difícil, porque yo realmente he tenido un papá excepcional.
Esta semana escuché a un joven papá hablar sobre la relación especial que tiene él con su hija recién nacida. Él explicaba que, si bien es cierto, cuando nació su primogénito fue hermoso y su amor por él es enorme, su relación con su bebita es distinta. Yo de inmediato comencé a pensar en la estrecha relación que tengo con mi papá.
Mi relación con mi papá es algo único. Siento que nos parecemos en tantas cosas. Desde nuestro idealismo hasta en el gusto por la cerveza. Desde muy pequeña he sido extremadamente unida a él. No es que quiera desacreditar los méritos de mi mamá, pero mi papá era el que se encargaba de alistarme para ir a la escuela, desenredar mis colochos, darme de desayunar, ponerme los 100 “piojitos” de color del uniforme, llevarme a la escuela y estar pendiente de mí siempre. Si me quebraba el brazo en la escuela, llamaban a mi papá y él me llevaba al doctor. Si por alguna razón tenía algún pleito con alguien, llamaban a mi papá. A quien yo saludaba en plena presentación de ballet para el show navideño, era a mi papá. Literalmente mi papá ha sido un padre a toda madre.
De grande, la relación no ha cambiado en lo absoluto, si es posible, nos hemos vuelto más unidos. Disfrutamos de música, platicas, libros, experiencias espirituales, discusiones legales, dirección sentimental (que por ratos me falta bastante), entre otras. En fin, no hay un tema que yo no platique con mi papá. Y de verdad yo puedo decir que ha sido la relación con mi papá lo que me ha hecho la mujer que soy hoy. Y lo que más puedo decir que añoro es un delicioso plato de spaghetti hecho por él.
Recuerdo especialmente un momento que me marcó muchísimo. Cuando me fui a mi maestría, todos me fueron a dejar. Mi papá y mi mamá trabajaron en grande para que mi cuarto quedara lindo y que no me faltara nada. Cambiar los llavines, espejo, ropa de cama, alfombras, cuadros, etc., todo para que yo no me sintiera a morir. El último día que ellos estuvieron ahí, mis clases ya habían comenzado. Mi mamá se despidió rápidamente de mí y no me hizo caso porque yo me encontraba muerta en llanto. Cuando mi papá me abrazo, los dos llorábamos y yo le pedía “papi por favor no me dejes aquí” y él solo me consolaba. Por un momentito, creo que consideró no dejarme allí, y luego recordó que mi mamá lo estaba viendo con ojos de “te voy a ahorcar”. Fue un momento extremadamente duro para los dos, porque él y yo jamás habíamos estado separados por tanto tiempo. Sin embargo, nuestra relación se hizo mucho más fuerte. Creamos un lazo inquebrantable y nuestra comunicación y confianza se fortalecieron.
Creo que la relación de padres e hijas es de suma importancia. Es un vínculo único y determinante para su vida como mujer independiente, consciente no solo de su belleza, sino también de su valía. Los psicólogos están de acuerdo en que es especialmente en esta relación de padre-hija que se arraiga el concepto que tenemos de la mujer en que nos convertimos. Para una niña; el padre es el primer modelo del género masculino. Vemos en ellos fuerza, protección, complicidad. Jamás nuestros papás nos limitan, siempre nos inspiran. Nuestros padres en serio se convierten en superhéroes para nosotros. Hacen hasta lo imposible por vernos felices.
En honor a mi papá va este Viernes de Nicole. Por ser un papá increíble. Por ser modelo, no solo para mí, sino también para mis hermanos. Por enseñarme que la vida va mucho más allá de lo que nos enseñan en la escuela. Que vivir vale la pena sin importar las circunstancias adversas que puedan haber. Por ser mi apoyo incondicional en cada momento. Y simplemente por amarme y protegerme todos los días de su vida.
¡Te amo papi! ¡Feliz Viernes! 😊
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