Este tiempo en cuarentena nos ha dado mucho que pensar, mucho que hacer, mucho que cambiar y bastante que emprender. Yo he pensado que definitivamente estoy destinada a no tener vacaciones. El año pasado las perdí por perder la cabeza, y este año por la pandemia. Esperemos que aquí se rompa este patrón. Al parecer, mis vacaciones están más saladas que el Mar Muerto (el punto más saldo de la tierra).
Yo pensaba, “¿Qué estaría haciendo durante mis vacaciones si no estuviera en plena pandemia?” Me despertaría tarde, haría ejercicio, me alistaría para ir a pasar todo el día a la casa de mis mejores amigos. Me iría a la playa y leería bastante, vería tele. Tal vez, trataría de comer lo más saludable que pudiera. Pero realmente, no haría mucho. Me puse a pensar que yo había renegado tanto por perder mis vacaciones haciendo algo que me encanta, como viajar, que no me daba cuenta que antes sin viajar y sin hacer nada las estaba perdiendo. Así que decidí cambiar este modo de pensar.
Si me siguen en las redes habrán visto alguna foto mía o de mi modelo masculino: Fer (mi hermano) con una camiseta blanca que dice en grande “Tú te lo pierdes beibi”. Mucha gente pensó que éramos un par de despechados, pero no es así. Después de haber pensado cuánto perdíamos el tiempo, los momentos, la vida llorando por cosas que sucedieron me di cuenta que esta era la frase sobre la cual teníamos que reflexionar, sobre lo que yo tenía que escribir.
Yo les pregunto: ¿Cuántas veces han sufrido porque una persona, llámese amiga, familia, amor, conocido salió de su vida? ¿Cuántas veces nos dejamos de comer algo delicioso porque simplemente estamos a dieta y no podemos subir las calorías? Y más importante, ¿Cuántas veces dejamos de vivir por pequeñeces que al final de día no tienen ninguna importancia y ningún impacto verdadero? Si sacamos papel y lápiz de esas veces, nos horrorizaríamos. Perdemos la vida en dramas y quejaderas. “Perdiéndonos los momentos, beibi.”
La vida es demasiado corta, y como muchas veces se los he dicho en estos escritos, hay que vivirla. No podemos dejar de hacer, probar, y experimentar por miedo, porque el resultado en esa ecuación es tan catastrófico que no nos alcanzarían los días, los siglos ni los milenios multiplicados por infinito para poder recuperar los momentos perdidos.
Si una persona se salió de su vida les decimos: “Tú te lo pierdes beibi.” Si un trabajo no funcionó: “Tú te lo pierdes beibi.” Si no probamos un postre o no comemos una pizza: “Tú te lo pierdes beibi.” Todos somos personas mágicas y nos merecemos el mundo y cosas maravillosas, merecemos saborear cada instante de la vida sin tener que lamentarnos.
Así que en mi racha de vacaciones “perdidas” decidí emprender el negocio de elaborar camisas para vender con esta frase, para que sea un recordatorio constante en nuestra vida y más que nada en esta cuarentena, que no podemos perdernos un segundo de la vida en lloriqueos ni penas. Que la vida es una y hay que vivirla. Que cuando otras personas nos vean utilizando esta camisa, aparte de sacarles una sonrisa, se den cuenta que tenemos la filosofía de no perdernos nada en la vida. Y quien sea que se fue, lo que sea que no llegó a pasar al final del día, fue perdida de ellos, beibis.
Emprender siempre da miedo. Siempre asusta. Orgullosamente debo decir que mi negocio de camisetas ha sido exitoso. Me siento tan feliz de poder ofrecer un producto del Viernes de Nicole: completamente Catracho y 100% amor. No me podía quedar con las ganas, sin poder compartir toda esta filosofía de vida porque si no YO ME LO ESTABA PERDIENDO BEIBI. La gente se ha identificado con mi frase y más que nada, me siento orgullosa de que el movimiento de “Tú te lo pierdes beibi” tenga tantos seguidores.
Recuerden ESTA ES SU VIDA. Ustedes son seres MARAVILLOSOS e INCREÍBLES, quien se fue y lo que no resultó, se lo perdió. Pero más importante que nada, si tú no vives: TÚ TE LO PIERDES BEIBI. ¡Feliz Viernes! 😊
Adquiere la tuya 💓
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