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Foto del escritorNicole Vaquero

Influencers

Últimamente he estado pensando en el término “influencer”. ¿Qué significa realmente ser un influencer? ¿Quienes son influencers? ¿Qué es lo que influencian? ¿Deja un mensaje positivo o negativo? ¿Cuál es su motivación?

Para esclarecer mi mente busque qué era un influencer y la conceptualización del significado me sorprendió un poco. Se describe o llama “influencer” a una persona con credibilidad sobre un tema en concreto en una comunidad determinada. El término “influencer” se utiliza cada día más en todos los medios, es algo que se ha apoderado de nuestro léxico. Sin embargo, si vamos al verdadero significado de “influencer” es una persona o cosa que influencia a otra. Las estrategias de mercadeo han cambiado y han utilizado este poderoso significado en pro de ellos. Lo cual, yo no veo mal.

No convencida por estos significados y motivada por saber su aplicación real en nuestra sociedad actual, utilicé una de las herramientas de Instagram, para consultar: “¿qué era para ellos un “influencer”?” Y “qué características debía de tener un “influencer”. Las respuestas variaron mucho, pero todas tenían algo en común, hablaban de “un impacto positivo”, que te inspiraran a ser una mejor persona.

Entre lo que había investigado y lo que la gente me había contestado, llegué a la conclusión que el concepto que utilizamos de influencer está muy alejado de la realidad. Hoy en día abrimos las redes y encontramos cualquier cantidad de personas tratándonos de vender un producto, idea o concepto. Yo, Nicole Vaquero, no veo mal esto. Sin embargo, si entro en disyuntiva cuando esta idea o producto, ya sea bien o servicio, se convierte en algo negativo, en algo adictivo. Mi sentimiento es que ahora se trata de que los influencers, lejos de dejar una huella positiva, algo trascendental a la audiencia a la cual deben inspirar, hacen lo que sea, por “me gustas”, comentarios y seguidores. Venden su esencia y comprometen la responsabilidad que tienen con su público, por moda y tendencia. No les importa si hacen daño o no, les interesa vender su imagen.

Y llámenme anticuada, pero creo que uno tiene un deber moral de ser fiel a sus principios. Podemos influenciar a las personas haciendo lo correcto. Podemos influenciar a tener mejores seres humanos, a marcar una tendencia hacia lo positivo. Inspirar a las personas a que crean en ellas mismas y que son bellas y perfectas, por sí solas, sin ningún uso de ningún producto en específico. Podemos enseñarles a las personas que su felicidad no depende de los lugares que visiten o de las fotos que tomen, sino que la felicidad se construye día a día con todas las circunstancias que la vida nos pueda arrojar, ya sean positivas o negativas. Podemos transmitir que el principal propósito del ser humano es ser feliz y el segundo es hacer felices a los demás.

Lo mejor de todo es que podemos hacerlo de gratis, sin comprometer la moralidad de nadie, ni nuestros principios. Podemos simplemente, con nuestras obras y actos, ser mejores personas. Si entregamos lo mejor de nosotros

mismos, jamás nos preguntaremos si estuvo bien o no.

Yo hago un llamado para que se retome el verdadero significado de ser un influencer. Dejemos cosas positivas en las personas, enseñémosle que la integridad, la honestidad, la innovación, la cultura, el positivismo, la creatividad y la objetividad no dependen de un bien o servicio, no dependen de una foto. Enseñémosle a las personas que ser reales es lo mejor que pueden hacer. Seamos influencers de la honestidad. Transmitamos luz. Seamos admirados por lo que realmente somos, no por una vida que está bajo el microscopio del mundo. Mostremonos tal y como somos.

¡Feliz Viernes! 😊

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