Bueno amigos, este viernes les traigo dos grandes lecciones. Ambas van de la mano, una es que en esta vida todo tiene dos lados y la otra es que no importa que tan buena gente seamos, no todo el mundo nos va a querer.
Hay quienes pueden tener la mejor imagen de nosotros, que conozcan nuestro lado más espectacular y resplandeciente, y crean que somos unos rayos de luz. Del otro lado, hay los que pensarán, y no solo pensarán, sino que lo compartirán con otros, que somos el peor de los excrementos que ha llegado a pisar esta tierra. Y así pasa la vida, nosotros defendiéndonos de cosas e impresiones que otros tienen de nosotros, porque solo han escuchado una versión de la historia.
Yo de verdad trato de ser una persona buena gente, bien “nice”. Sin embargo, muchos diferirán conmigo sobre la imagen de buena gente que tengo de mi misma. Cuando sé que le caigo mal a alguien o que algo pasó, trato de remediar esta situación. Trato de arreglar eso y que las personas que se han formado esa idea, que para mí es errónea, cambien su percepción y vean que soy un buen ser humano.
Les voy a contar una historia. Tal vez, y solo tal vez, cruce un poquito la línea, porque no es mi historia para contar, pero si es una inspiración.
Yo tengo un amigo. Este amigo estuvo comprometido con la que había sido su novia durante ocho años. Después de que se comprometieron, ella cambió por completo. Paso un tiempo y aún comprometidos, no lograban fijar fecha para la boda. Todo era problema. El compromiso se disolvió. Luego de un tiempo transcurrido, la muchacha reaparece en la vida de éste mi amigo. Nuevamente, se vuelven a comprometer y vuelve a suceder lo mismo. El compromiso se rompe por completo, la muchacha sale con otras personas y mi amigo queda triste y desolado. Toda esta historia la escuchamos de la boca de mi amigo mi mamá y yo. Antes de que la plática comenzara, él nos aclaró que ésta era “SU VERSION de la historia”, que eso a SU parecer era lo que había pasado. Y que obviamente, la muchacha tendría otra versión.
Al hacer esta aclaración, mi amigo me pareció ser una persona en extremo valiente. Él se pudo poner en un plan de víctima diciéndonos, por el nivel de confianza que existe: “Miren esta es una tal por cuál. Pobrecito yo. Todo lo que me hizo.” Nada de eso sucedió, él contó lo que para él era SU versión, sin convertirse en víctima y asumiendo el rol que le correspondía.
Está de más decirles que para mí, este mi amigo es un héroe, verdad. Que, en lugar de ponerse a renegar, hablar mal, tirarle “odio” a la muchacha, él nos comentó su versión de los hechos. Nunca se las tiró de víctima destrozada, por muy triste que en su momento hubiese estado.
Desde que él compartió esa historia con mi mamá y conmigo, desde hace más o menos un mes, yo me he puesto a pensar las veces que repienso y pienso y vuelvo a pensar, ¿qué hice mal o qué hacer para reparar las cosas con las personas que no creen lo mejor de mí? Y llegué a la conclusión de que no puedo hacer NADA EN ABSOLUTO. Que simplemente tengo que entender que hay gente a la que le voy a caer bien y a gente que no. Que sin importar cuánto me esfuerce por cambiar esta opinión, habrá gente que nunca me va a ver ni buena, ni capaz, ni centrada. Después de darle vueltas al asunto llegué a la frase perfecta:
“No importa que tan buena persona seas. Todos seremos los malos en la historia de alguien. Así que disfruta tu rol y al menos se un villano memorable”.
Esta frase me encantó. Es tan cierta. No en todas las historias de las personas somos aquellos seres luz hermosos, no. A veces somos unos ogros terribles, villanos malísimos y que no importa cuánto tratemos de cambiar esa percepción, habrá gente a la que simplemente no le agradaremos, y está bien.
Y ya que estamos en esa situación, por lo menos que nos recuerden por eso. Yo creo que todo en la vida debe de hacerse bien, si te toca ser villano en la historia de alguien, sé el mejor de los villanos. No seas víctima ni mártir, porque como diría mi abuelito, “a esos todos se los comieron los leones”.
Todos tenemos una verdad. Todos tenemos una versión de los hechos. Todos en la vida tenemos derecho a pensar lo que queramos de las personas. Me parece a mí que es mejor vivirla de héroe o villano, pero no de víctima.
Y ustedes, ¿qué deciden ser?
¡Feliz Viernes! 😊
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