La semana pasada recibí una crítica en mi blog. Solo para que sepan, yo estoy extremadamente abierta a todo tipo de sugerencias, opiniones y críticas que se puedan recibir; para eso es el blog, para mover el pensamiento de la gente. Mi crítico me dijo que había disfrutado mucho de mis artículos, pero que después de leer 3 o 4, le parecía que ocupaba un cambio de atmósfera porque pronto me encontraría en la disyuntiva de sobre qué escribir. Me estableció que Honduras era muy especial para los oriundos de este lugar, pero que era muy limitada y que debía recorrer el mundo, haciendo nuevas experiencias para poder compartirlas en mi blog.
Cuando leí la sugerencia, le di toda la razón del mundo al crítico. Si, es cierto que a veces repito temas y hablo de cosas muy ordinarias y comunes. Si, puedo caer en la repetición y la monotonía de escribir lo mismo cada viernes.
Pensé un montón en mi respuesta. No era un comentario que me incomodara. Recuerdo que hace como dos Viernes alguien me escribió “Ni Dios quiera leer algo tan largo. Redúzcalos.” Está de más decir que ese sí me molesto y pensé “en lugar de tanta televisión debería de leer.” Obviamente, solo ignoré ese comentario. Sin embargo, la crítica de la que les hablo me pareció constructiva, era o es un punto válido. Todo escritor puede caer en la monotonía o incluso llegar a aburrir porque lo que se escribe día tras día es lo mismo. Me dije a mi misma, “Mi misma tus blogs tendrían más “allure” si los hicieras en Buenos Aires o rapeleándo la Torre Eiffel”.
Después de pensarlo por más de un día, más o menos, decidí contestar el comentario. Le contesté que por ningún motivo me sentía ofendida por su comentario, que agradecía el hecho de tomarse el tiempo y leer mis artículos. Expresé que estaba de acuerdo con su comentario, ya que el mundo es enorme y las experiencias de vida son muchísimas y que le pedía a Dios que me diera la oportunidad algún día de cambiar o re adecuar mis horizontes; sin embargo, le aclaré que mis experiencias como mujer, hija, hermana, profesional, funcionaria pública y católica empedernida, no iban a cambiar, sin importar en qué parte del mundo estuviera.
La magia de mi blog es convertir una situación cotidiana, ordinaria, en algo positivo, en algo motivador. Es tener el consuelo de que alguien más, igual que vos, pasa por las mismas situaciones. Que la realidad de la vida es que a veces nos atormentamos y nos cansamos de todo, pero que si hay una manera de seguir adelante más fuerte, más tranquilo y más motivado. Que aunque hayan días en los que me quiera arrancar todos los pelos de la cabeza, se decide sonreír y encontrar paciencia en cada situación. Y esto va a ser igual así esté en Nairobi, Paris o India. Las situaciones de vida que nos abruman son las mismas donde sea que estemos y depende más de nuestra actitud, que de nuestra ubicación geográfica.
Cortázar, Neruda y Márquez hicieron de sus experiencias de vida poemas y novelas espectaculares. Su vida y su país fueron marco para contemplar las más grandes novelas de la historia. Obviamente, no cuento con exilios, ni millones de historias de amor de una noche, pero creo que allí está la gracia, en hacer lo ordinario extraordinario. En hacer lo normal, maravilloso. Creo que puedo hacer de mi realidad algo increíble. Y por muy limitada que a algunos les pueda parecer Honduras, en ella se convergen la realidad y los sueños, siendo inspiración y motivación para todos los que aquí vivimos.
Aprecio la crítica constructiva de mi lector y le pido a Dios que me de la oportunidad de vivir miles de experiencias más, sé que el arte de la escritura se encuentra en la imaginación. Mis queridos lectores, por muy limitadas que puedan parecer nuestras circunstancias, podremos hacerlas grandiosas. Nuestra realidad es nuestra fuente de inspiración más grande, utilicémosla. Podemos hacer EXTRAORDINARIO lo ordinario.
¡Feliz Viernes! 😊
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