Mucho he escrito en el transcurso de este mes sobre el agradecimiento. Agradecimiento a Dios por todo lo que tenemos y a la vida por tener amigos, familia y personas alrededor que muestran cariño hacia nosotros. El día de ayer, siendo el cuarto jueves de noviembre, se celebró el Día de Acción de Gracias. Muchos me dirán que ésta no es una costumbre hondureña y que no tenemos motivo para celebrarla. Sin embargo, discrepo de ustedes.
Es cierto, todos los días debemos dar gracias por todo lo que tenemos, por cada una de nuestras posesiones espirituales y materiales, pero tomarse un día en específico para agradecer, sentarte con tu familia a la mesa y dar gracias por el don de la vida, del tiempo juntos, y de los caminos recorridos, me parece a mí uno de los regalos más bellos. En efecto, mi familia y yo, el día de ayer departimos juntos de una exquisita cena al marco de risas y anécdotas.
Creo que el agradecimiento va mucho más allá de la vida y de la familia, llegando al agradecimiento a nuestro país. Muchas veces tomamos al país que nos vio nacer, o que nos acogió, como algo que ya es nuestro, algo que tomamos por sentado; que no tenemos por qué acordarnos o sentir una onza de gratitud por la tierra que a diario nos proporciona un sentido de pertenencia, familiaridad y amor.
En marco de las elecciones generales, me parece propicio recalcar la gratitud y el sentido de ahínco que debemos tener hacia nuestro país. Las elecciones son un proceso de toma de decisiones en el que los electores eligen con su voto, entre varios candidatos, quien ocupará el cargo político en una democracia representativa. Nuestra Constitución de la República enmarca en su primer artículo: “Honduras es un Estado de derecho, soberano, constituido como República libre, democrática e independiente para asegurar a sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cultura y el bienestar económico y social”.
Después de esta magistral apertura de la Constitución, desglosar los artículos siguientes no será muy problemático. (Les pido lectores de El Viernes de Nicole, que mantengan en su corazón esa intención de gratitud hacia nuestro país.) Como ciudadanos hondureños tenemos el derecho y el deber de “elegir y ser electo” enmarcado en los artículos 37 y 40 de la Carta Magna. Se nos establece que el sufragio es un derecho y una función pública. El voto es universal, obligatorio, directo, libre y secreto. Todo esto respalda las declaraciones, derechos y garantías que como hondureños tenemos. “La persona humana es el fin supremo de la sociedad y el Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla. La dignidad del ser humano es inviolable (Artículo 59).” “La Constitución garantiza a los hondureños y extranjeros residentes en el país, el derecho a la inviolabilidad a la vida, a la seguridad individual, a la libertad, a la igualdad ante la Ley y a la propiedad.” (Artículo 61).
En estos artículos, el Estado de Honduras, como tal, nos garantiza el respeto y protección, la seguridad, la libertad y la igualdad ante la ley, ¿no les parece razón suficiente para estar agradecidos? No hablo de un agradecimiento llano y absurdo, pero de esos agradecimientos que se demuestran con acción. Este domingo 26 de noviembre tenemos la posibilidad de demostrar el agradecimiento a nuestra Honduras mediante nuestro voto.
El voto es el acto por el cual un individuo expresa su apoyo o preferencia por cierta moción, propuesta, candidato o selección de candidatos durante una votación de forma secreta o pública. Es un método de toma de decisiones por medio del cual se trata de medir su opinión en conjunto. El voto es una condición necesaria para que el sistema político sea democrático. Nuestro voto y nuestra acción no es solo un derecho que enmarca la Constitución, pero es un deber.
Es nuestro deber como hondureños, presentarnos cuando se nos convoque a elecciones realizando un voto consciente, lleno de esperanza y amor en señal de agradecimiento por todo lo que este bello país nos da. No es solo el hecho de ver quien tiene la mejor publicidad o la canción que es la más pegajosa, es elegir a quien nos representará mejor durante los siguientes cuatro años, quien agradecerá a Honduras y al pueblo por haberlos elegidos como máximos representantes en el poder ejecutivo y legislativo. Es lograr ejercer un voto propositivo, lo que hará que demostremos el más grande de los agradecimientos por nuestra nación.
Recordemos siempre que nuestro sistema electoral está basado en los principios de legitimidad, universalidad, libertad electoral, imparcialidad, transparencia, igualdad, legalidad, buena fe y debido proceso. Son estos principios que nos facultan como buenos hondureños a ejercer un voto responsable.
El día de las elecciones debe ser un día de gratitud, reflexión y amor; dejando de fuera las pugnas y haciendo lo mejor posible por nuestro país. Es el día en el que la gran familia hondureña da gracias a este pedacito de tierra que nos da todo lo que somos. Es el día en el que dejamos a un lado todo lo que nos separa, todas las discusiones, todo lo que nos desagrada, por un futuro más esperanzador.
¡Feliz Viernes! 😊
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